La Fundación Educativa Santo Domingo es en sí misma una comunidad educativa con un proyecto común, que nos une y del que todos somos responsables. Nos exige pues la convicción de que nuestra respuesta a la llamada a ser educadores, es una respuesta responsable y corresponsable, personal y comunitaria, de participación junto al otro, donde todos somos necesarios, con nuestros propios cometidos. Significa una determinada manera de estar y de participar, de expresar y vivir quiénes somos y quiénes queremos ser, de construir con generosidad y compromiso, aportando lo que uno es y sabe, con la clave imprescindible del cuidado de la casa común que nos encarga el mensaje del evangelio: el cuidado de uno mismo, del otro, de los otros, y del planeta, con una especial atención siempre a los más desfavorecidos.